Los estudiantes, y los jóvenes en general somos reconocidos por nuestra irreverencia y nuestra valentía, cualidades que verdaderamente los jóvenes venezolanos han sabido demostrar en los últimos tiempos a través de los Movimientos Universitarios junto a sus Centros Estudiantiles. Pero esta vez no hablo por las Universidades, sino por los colegios. A pesar de que no somos mayores de edad, nosotros, los liceístas hemos tratado de hacer voz y de luchar por nuestro país desde nuestras posibilidades, probablemente como todos; porque a diferencia de lo que muchos adultos dicen sobre "no ser suficientemente maduros para entender", somos todo lo contrario. Ayer y hoy, los colegios de Caracas han empezado a tomar cartas en el asunto, oponiéndose a recibir clases, como forma de protesta por el simple hecho de que no podemos aceptar y soportar actuar con normalidad cuando millones de personas se están jugando la vida por nuestro futuro. Porque como cada venezolano, vivimos y suf
por Oriana Gonzalez Villarroel.